Dependiendo de la potencia utilizada vamos a conseguir una función u otra al atacar un cromóforo diferente. Al centrarnos sobre la hemoglobina vamos a conseguir eliminar rojeces y venas superficiales.
Una de las principales cualidades del láser es que además de eliminar estas coloraciones indeseadas, va a estimular el colágeno debido a su potencia, mejorando la textura de la piel, disminuyendo el tamaño del poro y de las arrugas superficiales.
Con una sesión del tratamiento vamos a notar un efecto de mejoría de la calidad de la piel durante unas semanas o meses, pero si realizamos más sesiones separadas 15 días, conseguiremos un acúmulo de resultados y mayor duración.