Aplicamos una mezcla de sustancias (diferentes tipos de peeling en función del objetivo que queramos conseguir) en la superficie de la piel que van a penetrar produciendo un daño controlado. A los dos días del tratamiento se inicia un pelado que durará entre 3 y 5 días, dependiendo de cada tipo de piel.
Es muy importante protegernos del sol durante la semana posterior al tratamiento para evitar efectos adversos o no deseados, al estar la piel nueva muy joven y sensible.