Existe una porción del plasma rico en plaquetas, con mayor concentración de la habitual, que son un tipo de células que participan en la coagulación y poseen un gran número de factores de crecimiento. Estos factores estimulan la reparación de tejidos, por lo que ayuda a mejorar nuestra piel y además aporta luminosidad.
El plasma rico en plaquetas se utiliza en un gran número de tratamientos médicos, como para regenerar tejidos dañados en alteraciones del sistema músculo esquelético (tendones, ligamentos, articulaciones y músculos).
Al tratarse de la infiltración de un material propio, el riesgo de efectos secundarios es mínimo excepto algún pequeño hematoma. Se recomienda realizar hasta un máximo de 3 sesiones al año para mejorar la calidad de la piel de manera continua.